TXT: Michelle Santillán
La red iD-Speech «Divulgación Científica de Alto Impacto» presentó a Jose Ignacio Erices Ph.D. (c) en Biología Molecular y Celular de la Universidad Austral de Chile, quien nos contó la historia del cáncer y los descubrimientos hechos por la humanidad para combatirlo.

Origen del cáncer
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el cáncer es un proceso de crecimiento y diseminación incontrolada de células. Puede aparecer prácticamente en cualquier lugar del cuerpo a manera de tumor, estos invaden el tejido circundante y pueden provocar metástasis en puntos distantes del organismo[1].
El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo.
Organización Mundial de la Salud, 2018
Casi una de cada seis defunciones en el mundo se debe a esta enfermedad.
El cáncer es una enfermedad antigua. Se han encontrado papiros del Antiguo Egipto que describen esta enfermedad como tumores en el pecho, fósiles que presentan deformaciones y protuberancias, incluso, se ha confirmado la presencia de cáncer en el hueso fosilizado de un dinosaurio. Debido a esto, Jose Ignacio Erices considera que el cáncer ha aparecido con la evolución de las especies.
Primer arma contra el Cáncer
Se dio en la Primera Guerra Mundial, un arma química conocida como gas mostaza, que producía desde irritación de la piel y conjuntivitis, hasta lesiones pulmonares graves por la inhalación del gas. Los sobrevivientes presentaron daño a nivel sanguíneo, donde se redujo la formación de los glóbulos sanguíneos (aplasia medular) y se presentó disminución anormal de los eritrocitos, leucocitos y trombocitos (pancitopenia). Dado que los leucocitos pueden dividirse rápidamente se dedujo que este agente químico podría ser útil para destruir las células cancerosas que también presentan división rápida[2]. Todos estos resultados dieron origen a la quimioterapia como tratamiento contra el cáncer.
Guerra contra el Cáncer
En 1971 se dio un impulso a la investigación de esta enfermedad mediante la Ley Nacional del Cáncer, con el fin de encontrar una cura. Hoy en día, aún no se tiene una, pero ha habido un gran avance en este campo. Se conoce cuáles son las características principales de una célula cancerígena y se han identificado los factores de riesgo que producen esta enfermedad, algunos evitables como el consumo de alcohol, exposición a la radiación solar, y otros inevitables como la edad. Y principalmente, se tienen diferentes opciones de tratamientos como: terapia hormonal, cirugía, trasplante de médula ósea, quimioterapia, terapia dirigida, radioterapia e inmunoterapia.
Estos hallazgos en la ciencia han aumentado el porcentaje de supervivencia en los pacientes[3]. Por tanto, Jose Ignacio Erices destaca la importancia de continuar con proyectos de investigación, realizando estudios que nos acerquen cada vez más a encontrar una terapia efectiva para tratar a los pacientes que sufran de esta patología.